Reconozco que hay cierto encanto
en que te quedaras dormido
leyendo los poemas
que escribí a otros.
Ahora los siento ajenos,
había creído con todas mis fuerzas
que no podría usar unas palabras
alejadas de la ira.
Agradezco que no me permitieses
dormir fuera de tu cuerpo
e hicieses de tu pecho el calor
que acunó el ansia
b o o m b o o m boombombmb
tu corazón sabía ya de las prisas.
Y sé que aun no te podía querer,
no tan pronto,
pero a veces tenía que aguantar el impulso
de decirlo.
Dalila
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