VEINTINUEVE

me da miedo sentarme en esta orilla tan dócil,
cuando en la tranquilidad ya me arrolló el oleaje

estoy aburrida de estar alerta, pero dime,
¿tú crees que alguna vez habrá calma absoluta?
ya oigo a lo lejos cada una de las olas
que nos tragará plácidamente

esta es solo una dulce estancia
en un mar que siempre será abrupto

volvería a tener dieciocho
para hacerlo todo otra vez,
pero sin una pizca de esperanza

Dalila.

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